Hoy es uno de esos días en que necesito un viaje de paz más que nunca, pero un viaje rápido y que me lleve pronto a destino, al que en cuanto llegue en principio descansaré con una buena siesta y luego de ella, entonces sí, me tomaré unos ricos mates y mientras tanto iré pensando todas las lindas actividades que pienso hacer en ese lugar en los próximos días.
El lugar ya está elegido y está un poco alejado es en el sur argentino, por lo tanto como es primavera los días son soleados y templados y las noches todavía bastante frescas. Justo, justo, lo que yo necesito, días para ver sol, para estar en contacto con la naturaleza, para cultivar mi jardín, para ver crecer mis rosas, y noches para encerrarme en mi cabaña de troncos, bien segura, prender la estufa a leños, preparme un rico chocolate y tirarme en mi enorme cama a ver una buena peli. O sino internetear un poco en mi laptop. Disfrutar esa soledad hasta bien avanzada la madrugada, sin ruidos molestos, sin presiones, sin nada que hacer salvo lo que yo quiera y creo que voy a querer hacer muy poco. Necesito descansar, necesito no tener responsabilidades, necesito que no suenen los teléfonos al unísono, necesito curarme de una vez de mis bronquitis y para eso necesito paz, es nada más lo que pido, vivir en paz.
Así que creo que partiré en cuanto termine de escribir esta entrada, mi salud física y mental me lo están pidiendo a gritos.
Les dejo una imagen de la cabaña en la que me alojaré, parece un poco deteriorada por fuera pero no lo está, es que está ubicada en el medio del bosque y allí se llena de hojas fácilmente, pero yo la pondré mejor ya que pasaré un buen tiempo allí, y esa será otra de mis maneras de buscar y estoy segura encontrar la tan ansiada paz que necesito.
Melan
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