Machu Picchu (del quechua sureño machu pikchu, "Montaña Vieja") es el nombre contemporáneo que se da a una llaqta (antiguo poblado andino inca) de piedra construida principalmente a mediados del siglo XV en el promontorio rocoso que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu en la vertiente oriental de los Andes Centrales, al sur del Perú. Su nombre original habría sido Picchu o Picho.[1]
Según documentos de mediados del siglo XVI,[2] Machu Picchu habría sido una de las residencias de descanso de Pachacútec (primer emperador inca, 1438-1470). Sin embargo, algunas de sus mejores construcciones y el evidente carácter ceremonial de la principal vía de acceso a la llaqta demostrarían que ésta fue usada como santuario religioso.[3] Ambos usos, el de palacio y el de santuario, no habrían sido incompatibles. Algunos expertos parecen haber descartado, en cambio, un supuesto carácter militar, por lo que los populares calificativos de "fortaleza" o "ciudadela" podrían haber sido superados.[4]
Machu Picchu es considerada al mismo tiempo una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería.[5] Sus peculiares características arquitectónicas y paisajísticas, y el velo de misterio que ha tejido a su alrededor buena parte de la literatura publicada sobre el sitio, lo han convertido en uno de los destinos turísticos más populares del planeta.[6]
Machu Picchu está en la Lista del Patrimonio de la humanidad de la Unesco desde 1983, como parte de todo un conjunto cultural y ecológico conocido bajo la denominación Santuario histórico de Machu Picchu.
El 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue declarada como una de las nuevas maravillas del mundo en una ceremonia realizada en Lisboa, Portugal, que contó con la participación de cien millones de votantes en el mundo entero.
Ubicación geográfica
Emplazamiento
Se encuentra a 13º 9' 47 "latitud sur y 72º 32' 44" longitud oeste. Forma parte del distrito del mismo nombre, en la provincia de Urubamba, en el Departamento del Cuzco, en Perú. La ciudad importante más cercana es Cuzco, actual capital regional y antigua capital de los incas, a 130 km de allí.
Las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu son parte de una gran formación orográfica conocida como Batolito de Vilcabamba, en la Cordillera Central de los Andes peruanos. Se encuentran en la rivera izquierda del llamado Cañón del Urubamba, conocido antiguamente como Quebrada de Picchu.[7] Al pie de los cerros y prácticamente rodeándolos, corre el río Vilcanota-Urubamba. Las ruinas incas se encuentran a medio camino entre las cimas de ambas montañas, a 450 metros de altura por encima del nivel del valle y a 2.438 metros sobre el nivel del mar. La superficie edificada es aproximadamente de 530 metros de largo por 200 de ancho, contando con 172 edificios en su área urbana.
Las ruinas, propiamente dichas, están dentro de un territorio intangible del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE),[8] llamado Santuario Histórico de Machu Picchu, que se extiende sobre una superficie de 32.592 hectáreas, (80.535 acres o 325,92 km²) de la cuenca del río Vilcanota-Urubamba (el Willka mayu o "río sagrado" de los incas). El Santuario Histórico protege una serie de especies biológicas en peligro de extinción y varios establecimientos incas,[9] entre los cuales Machu Picchu es considerado principal.
Formas de accesoLa zona arqueológica en sí solo es accesible, bien desde los caminos incas que llegan hasta ella, o bien utilizando la carretera Hiram Bingham (que asciende la cuesta del cerro Machu Picchu desde la estación de tren de Puente Ruinas, ubicada al fondo del cañón). Ninguna de las dos formas exime al visitante del precio de ingreso a las ruinas.[10]
La mencionada carretera, sin embargo, no está integrada a la red nacional de carreteras del Perú. Nace en el pueblo de Aguas Calientes, al que a su vez sólo se puede acceder por ferrocarril (unas 3 horas desde Cuzco)[11] o helicóptero (30 minutos desde Cuzco). La ausencia de una carretera directa al santuario de Machu Picchu es intencional y permite controlar el flujo de visitantes a la zona, que, dado su carácter de reserva nacional, es particularmente sensible a las muchedumbres. Ello, sin embargo, no ha impedido el crecimiento desordenado (criticado por las autoridades culturales) de Aguas Calientes, que vive para y por el turismo, pues hay hoteles y restaurantes de diferentes categorías en este lugar.
Para llegar a Machu Picchu por el principal Camino Inca se debe hacer una caminata de unos 3 días. Para ello es necesario tomar el tren hasta el km 82 de la vía férrea Cuzco - Aguas Calientes, desde donde parte el recorrido a pie.[12]
Algunos visitantes toman un autobús local desde Cuzco hasta Ollantaytambo (vía Urubamba) y de ahí toman un transporte hasta el mencionado km 82. Una vez allí recorren las vías del tren hasta cubrir los 32 km que hay hasta Aguas Calientes.
Clima
El tiempo es cálido y húmedo durante el día y fresco por la noche. La temperatura oscila entre los 12 y los 24 grados centígrados. La zona es por regla general lluviosa (unos 1.955 mm anuales), especialmente entre noviembre y marzo. Las lluvias, que son copiosas, se alternan rápidamente con momentos de intenso brillo solar.[13]
Geología
El conjunto del sitio arqueológico ha sido construído sobre el Batolito de Vilcabamba, compuesto de rocas intrusivas que datan aproximadamente de unos 250 millones de años, instrusivos Permo-Triásicos[14] de principalmente Granito blanco a grisáceo, cortado por algunas vetas de tonalitas y talcesquistos.
El macizo granítico se encuentra cortado por una serie de fallas y diaclasas que juegan un papel importante en la conformación actual del relieve y en su evolución. En el Mapa Geológico del Cuadrángulo de Machu Picchu (27-q) del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico del Perú se observan dos grandes fallas de Rumbo regionales que cortan a la zona, llamadas Fallas Huayna Picchu y Machu Picchu, de orientación NE-SO. Estas fallas no han tenido actividad reciente.[15]
Historia
La quebrada de Picchu, ubicada a medio camino entre los Andes y la floresta amazónica, fue una región colonizada por poblaciones serranas, no selváticas, provenientes de las regiones de Vilcabamba y del Valle Sagrado, en Cuzco, en busca de una expansión de sus fronteras agrarias. Las evidencias arqueológicas indican que la agricultura se practica en la región desde al menos el 760 a. C.[16] Una explosión demográfica se da a partir del Período Horizonte Medio, desde el año 900 de nuestra era, por grupos no documentados históricamente pero que posiblemente estuvieron vinculados a la etnia Tampu del Urubamba. Se cree que estos pueblos podrían haber formado parte de la federación Ayarmaca, rivales de los primeros incas del Cuzco.[17] En ese período se expande considerablemente el área agrícola "construida" (andenes). No obstante, el emplazamiento específico de la ciudad que nos ocupa (la cresta rocosa que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu) no presenta huellas de haber tenido edificaciones antes del siglo XV.[18]
Época inca (1438-1534)
Pachacútec, según la crónica de Martín de Murúa (1615).Hacia 1440, durante su campaña hacia Vilcabamba, la quebrada de Picchu fue conquistada por Pachacútec,[19] primer emperador inca (1438-1470). El emplazamiento de Machu Picchu debió impresionar al monarca por sus peculiares características dentro de la geografía sagrada cusqueña.[20] y por ello habría mandado a construir allí, hacia 1450, un complejo urbano con edificaciones de gran lujo civiles y religiosas.[21]
Se cree que Machu Picchu tuvo una población móvil como la mayoría de las llactas incas, que oscilaba entre 300 y 1.000 habitantes[22] pertenecientes a una élite (posiblemente miembros de la panaca de Pachacutec)[23] y acllas. Se ha demostrado que la fuerza agrícola estuvo compuesta por colonos mitimaes o mitmas (mitmaqkuna) procedentes de diferentes rincones del imperio.[24]
Machu Picchu no era desde ningún punto de vista un complejo aislado, por lo que el mito de la "ciudad perdida" y del "refugio secreto" de los emperadores incas carece de asidero. Los valles que confluían en la quebrada formaban una región densamente poblada que incrementó espectacularmente su productividad agrícola a partir de la ocupación inca, en 1440.[25] Los incas construyeron allí muchos centros administrativos, los más importantes de los cuales fueron Patallacta y Quente Marca,[26] y abundantes complejos agrícolas formados por terrazas de cultivo. Machu Picchu dependía de estos complejos para su alimentación, pues los campos del sector agrario de la ciudad habrían resultado insuficientes para abastecer a la población.[27] La comunicación intrarregional era posible gracias a las redes de caminos incas: 8 caminos llegaban a Machu Picchu.[28] La pequeña urbe de Picchu se llegó a diferenciar de las poblaciones vecinas por la singular calidad de sus principales edificios.
A la muerte de Pachacútec, y de acuerdo con las costumbres reales incas, ésta y el resto de sus propiedades personales habría pasado a la administración de su panaca, que debía destinar las rentas producidas al culto de la momia del difunto rey.[29] Se presume que esta situación se habría mantenido durante los gobiernos de Túpac Yupanqui (1470-1493) y Huayna Cápac (1493-1529).
Machu Picchu debió perder en parte su importancia al tener que competir en prestigio con las propiedades personales de los emperadores sucesores. De hecho, la apertura de un camino más seguro y amplio entre Ollantaytambo y Vilcabamba (el del Valle de Amaybamba) hizo que la ruta de la quebrada de Picchu fuera menos empleada.[30]
Época de transición (1534-1572)
Roca labrada bajo el templo del Sol que da ingreso al llamado Mausoleo Real. Algunos autores como Lumbreras sugieren que podría haber estado destinado a la momia de Pachacútec.La guerra civil inca (1531-32) y la irrupción española en el Cuzco en 1534 debieron afectar considerablemente la vida de Machu Picchu. La masa campesina de la región estaba compuesta principalmente por mitmas, colonos de diferentes naciones conquistadas por los incas llevados a la fuerza hasta ese lugar. Ellos aprovecharon la caída del sistema económico cusqueño para retornar a sus tierras de origen.[31] La resistencia inca contra los españoles dirigida por Manco Inca en 1536 convocó a los nobles de las regiones cercanas a integrar su corte en el exilio de Vilcabamba,[32] y es muy probable que los principales nobles de Picchu hayan abandonado entonces la ciudad. Documentos de la época indican que la región estaba llena de "despoblados" en ese tiempo.[33] Picchu habría seguido habitada y el registro de su existencia como lo prueba que fuera considerada una población tributaria de la encomienda española de Ollantaytambo.[34] Eso no necesariamente significa que los españoles visitaran Machu Picchu con frecuencia; de hecho, sabemos que el tributo de Picchu era entregado a los españoles una vez por año en el pueblo de Ollantaytambo, y no "recogido" localmente.[35] De todas maneras, está claro que los españoles sabían del lugar, aunque no hay indicios de que apreciasen su importancia pasada. Los documentos coloniales incluso mencionan el nombre de quien era curaca (acaso el último) de Machu Picchu en 1568: Juan Mácora.[1] Que se llame "Juan" indica que había sido, al menos nominalmente, bautizado, y, por tanto, sometido a la influencia española.
Otro documento[36] indica que el Inca Titu Cusi Yupanqui, que reinaba entonces en Vilcabamba, pidió que frailes agustinos acudieran a evangelizar "Piocho" hacia 1570. No se conoce ningún lugar de la zona que se oiga parecido a "Piocho" que no sea "Piccho" o "Picchu", lo que hace suponer a Lumbreras que los famosos "extirpadores de idolatrías" podrían haber llegado al sitio y haber tenido que ver con la destrucción e incendio del Torreón del Templo del Sol.[37]
El soldado español Baltasar de Ocampo escribió a fines del siglo XVI sobre un poblado "en lo alto de una montaña" de edificios "suntuosísimos" y que albergaba un gran acllahuasi (Casa de las escogidas) en los últimos años de la resistencia inca. La descripción breve que hace de sus ambientes nos remite a Picchu. Lo más interesante es que Ocampo dice que se llama "Pitcos". El único lugar de nombre parecido es "Vitcos", un sitio inca en Vilcabamba completamente diferente al descrito por Ocampo. El otro candidato es, naturalmente, Picchu.[38] No se sabe hasta hoy si se trata del mismo lugar o no. Ocampo indica que en este lugar se habría criado Túpac Amaru I, sucesor de Titu Cusi y último Inca de Vilcabamba.
Entre la colonia y la república (s.XVII-s.XIX)Tras la caída del reino de Vilcabamba en 1572 y la consolidación del poder español en los Andes Centrales, Machu Picchu se mantuvo dentro de la jurisdicción de diferentes haciendas coloniales que cambiaron varias veces de manos hasta tiempos republicanos (desde 1821). No obstante, ya se había vuelto un lugar remoto, alejado de los nuevos caminos y ejes económicos del Perú. La región fue prácticamente ignorada por el régimen colonial (que no mandó edificar templos cristianos ni administró poblado alguno en la zona), aunque no por el hombre andino.
En efecto, el sector agrícola de Machu Picchu no parece haber estado completamente deshabitado ni desconocido: documentos de 1657[39] y de 1782[40] aluden a Machu Picchu, en tanto tierras de interés agrícola. Sus principales construcciones, sin embargo, las de su área urbana, no parecen haber sido ocupadas y fueron ganadas pronto por la vegetación del bosque nuboso.
Machu Picchu en el siglo XIXEn 1865, en el curso de sus viajes de exploración por el Perú, el naturalista italiano Antonio Raimondi pasa al pie de las ruinas sin saberlo y alude a lo escasamente poblada que era entonces la región. Sin embargo todo indica que es por esos años cuando la zona empieza a recibir visitas por intereses distintos a los meramente científicos.
En efecto una investigación actualmente en curso divulgada recientemente[41] revela información sobre un empresario alemán llamado Augusto Berns quien en 1867 no sólo habría "descubierto" las ruinas sino que habría fundado una empresa "minera" para explotar los presuntos "tesoros" que albergaban (la "Compañía Anónima Explotadora de las Huacas del Inca"). De acuerdo a esta fuente, entre 1867 y 1870 y con la venía del gobierno de José Balta, la compañía habría operado en la zona y luego vendido "todo lo que encontró" a coleccionistas europeos y norteamericanos.[42]
Conectados o no con esta presunta empresa (cuya existencia espera ser confirmada por otras fuentes y autores) lo cierto es que es en esos momentos cuando los mapas de prospecciones mineras empiezan a mencionar Machu Picchu. Así, en 1870, el norteamericano Harry Singer coloca por primera vez en un mapa la ubicación del Cerro Machu Picchu y se refiere al Huayna Picchu como "Punta Huaca del Inca". El nombre revela una inédita relación entre los incas y la montaña e incluso sugiere un carácter religioso (una huaca en los Andes Antiguos era un lugar sagrado).[43]
Un segundo mapa de 1874, elaborado por el alemán Herman Gohring, menciona y ubica en su sitio exacto ambas montañas.[44]
Por fin en 1880 el explorador francés Charles Wiener confirma la existencia de restos arqueológicos en el lugar (afirma "se me habló de otras ciudades, de Huayna Picchu y de Machu Picchu"), aunque no puede llegar al emplazamiento.[45] En cualquier caso está claro que la existencia de la presunta "ciudad perdida" no se había olvidado, como se creía hasta hace algunos años
Redescubrimiento de Machu Picchu (1894-1911)
Machu Picchu al arribo de Hiram Bingham en 1911.Las primeras referencias directas sobre visitantes de las ruinas de Machu Picchu indican que Agustín Lizárraga, un arrendatario de tierras cusqueño, llegó al sitio el 14 de julio de 1902 guiando a los también cusqueños Gabino Sánchez, Enrique Palma y Justo Ochoa.[46] Los visitantes dejaron un graffiti con sus nombres en uno de los muros del Templo de las Tres Ventanas que fue posteriormente verificado por varias personas.[47] Existen informaciones que sugieren que Lizárraga ya había visitado Machu Picchu en compañía de Luis Béjar en 1894.[48] Lizárraga les mostraba las construcciones a los "visitantes", aunque la naturaleza de sus actividades no ha sido hasta hoy investigada.[49]
Uno de los ayudantes de Hiram Bingham junto a una de las grandes hornacinas del Mausoleo Real, en la cueva bajo del Templo del Sol. 1911.Hiram Bingham, un profesor norteamericano de historia interesado en encontrar los últimos reductos incas de Vilcabamba oyó sobre Lizárraga a partir de sus contactos con los hacendados locales.[50] Fue así como llegó a Machu Picchu el 24 de julio de 1911 guiado por otro arrendatario de tierras, Melchor Arteaga, y acompañado por un sargento de la guardia civil peruana de apellido Carrasco.[51] Encontraron a dos familias de campesinos viviendo allí: los Recharte y los Álvarez, quienes usaban los andenes del sur de las ruinas para cultivar y bebían el agua de un canal inca que aún funcionaba y que traía agua de un manantial. Pablo Recharte, uno de los niños de Machu Picchu, guió a Bingham hacia la "zona urbana" cubierta por la maleza.[52]
Bingham quedó muy impresionado por lo que vio y gestionó los auspicios de la Universidad de Yale, la National Geographic Society y el gobierno peruano para iniciar de inmediato el estudio científico del sitio.[53] Así, con el ingeniero Ellwood Erdis, el osteólogo George Eaton, la participación directa de Toribio Recharte y Anacleto Álvarez y un grupo de anónimos trabajadores de la zona, Bingham dirigió trabajos arqueológicos en Machu Picchu en 1912 hasta 1915 período en el que se despejó la maleza y se excavaron tumbas incas en los extramuros de la ciudad. La "vida pública" de Machu Picchu empieza en 1913 con la publicación de todo ello en un artículo en la revista de la National Geographic.
Si bien es claro que Bingham no descubre Machu Picchu en el sentido estricto de la palabra (nadie lo hizo dado que nunca se "perdió" realmente), es indudable que tuvo el mérito de ser la primera persona en reconocer la importancia de las ruinas, estudiándolas con un equipo multidisciplinario y divulgando sus hallazgos. Ello pese a que los criterios arqueológicos empleados no fueran los más adecuados desde la perspectiva actual,[54] y pese, también, a la polémica que hasta hoy envuelve la más que irregular salida del país del material arqueológico excavado[55] (que consta de al menos unas 46.332 piezas) y que hasta el 2009 no ha sido devuelto al gobierno peruano[56]
Machu Picchu desde 1915Entre 1924 y 1928 Martín Chambi y Juan Manuel Figueroa hicieron una serie de fotografías en Machu Picchu que fueron publicadas en diferentes revistas peruanas, masificando el interés local sobre las ruinas y convirtiéndolas en un símbolo nacional.[57] Con el transcurrir de las décadas, y especialmente desde la apertura en 1948 de una vía carrozable que ascendía la cuesta de la montaña hasta las ruinas desde la estación de tren, Machu Picchu se convirtió en el principal destino turístico de Perú. Durante los dos primeros tercios del siglo XX, sin embargo, el interés por su explotación turística fue mayor que el de conservación y estudio de las ruinas, lo que no impidió que algunos investigadores notables avanzaran en resolver los misterios de Machu Picchu, destacando especialmente los trabajos de la Viking Found dirigida por Paul Fejos sobre los sitios incas del entorno de Machu Picchu ("descubriendo" varios establecimientos del Camino Inca a Machu Picchu) y las investigaciones de Luis E. Valcárcel que relacionaron por primera vez al sitio con Pachacútec. Es a partir de la década de 1970 que nuevas generaciones de arqueólogos (Chávez Ballón, Lorenzo, Ramos Condori, Zapata, Sánchez, Valencia, Gibaja), historiadores (Glave y Remy, Rowe, Angles), astrónomos (Dearborn, White, Thomson) y antropólogos (Reinhard, Urton) se ocupan de la investigación de las ruinas y su pasado.
El establecimiento de una Zona de Protección Ecológica en torno a las ruinas en 1981, la inclusión de Machu Picchu como integrante de la Lista del Patrimonio Mundial en 1983, y la adopción de un Plan Maestro para el desarrollo sostenible de la región en 2005 han sido los hitos más importantes en el esfuerzo por conservar Machu Picchu y su entorno. Sin embargo han conspirado contra estos esfuerzos algunas malas restauraciones parciales en el pasado,[58] incendios forestales, como el de 1997 y conflictos políticos surgidos en las poblaciones cercanas en aras de una mejor distribución de los recursos obtenidos por el Estado en la administración de las ruinas.
Hechos recientes
El 8 de septiembre del 2000, al grabarse un comercial publicitario de cerveza cusqueña (Backus & Johnston), una grúa utilizada cae sobre el famoso Intihuatana ("reloj solar"), rompiendo cerca de 8 cm de la punta. El caso llevó a una demanda por parte del INC y la solicitud de la respectiva indemnización, en el 2005.[59]
En julio del 2003 la cantante Gloria Estefan visitó la ciudadela y grabó con los paisajes el video clip de letra del canta autor peruano Gian Marco para el tema Hoy (Today) del álbum Unwrapped.
El 10 de noviembre de 2003 el Congreso del Perú emite la ley 28100 que establece que el 10% de los ingresos recaudados por el ingreso al Parque Arqueológico de Machu Picchu, administrado por el Instituto Nacional de Cultura, será destinado a la municipalidad de Machu Picchu.[60]
El 12 de julio de 2006 el Congreso del Perú emite la ley 28778 para la repatriación de los objetos arqueológicos que forman parte de la colección Machu Picchu del museo Peabody de la Universidad de Yale en los Estados Unidos de Norteamérica, las que fueron autorizadas a salir del país por Decretos Supremo 1529 del 31 de octubre de 1912 y por Decretos Supremo 31 del 27 de enero de 1916.[61]
En junio de 2007, la actriz Cameron Diaz, visita la ciudadela para hacer un documental del programa 4Real de la cadena CTV.
En 2007, el gobierno del Perú decretó el día 7 de julio como el "Día del Santuario Histórico de Machu Picchu, Nueva Maravilla del Mundo", debido a que el 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue nombrada como una de las ganadoras en la lista de las Nuevas maravillas del mundo.
En septiembre de 2007, la Universidad de Yale manifestó que devolverá 4.000 piezas arqueológicas encontradas por Hiram Bingham y que actuará como promotor de su exhibición en un museo itinerante y finalmente en un museo en el Cuzco.[62]
Fuente. Wikipedia - Wikimedia Commons
domingo, 24 de julio de 2011
jueves, 9 de junio de 2011
ISLAS GALÁPAGOS, LAS ISLAS ENCANTADAS DEL ECUADOR
Las islas Galápagos, ubicadas a unos 1000 km de la costa de Ecuador, conforman uno de los sistemas ecológicos más ricos y frágiles del planeta.
La historia de estas islas se remonta al año 1535, cuando fray Tomás de Berlanga, el obispo de Panamá, descubrió el archipiélago casi por casualidad, al ser arrastrado hacia esas costas por la corriente del Niño, durante su viaje de Panamá a Perú. El obispo las bautizó Galápagos, mientras que los españoles que las exploraron entre los años 1556 y 1560 las apodaron Las Encantadas.
En el siglo XIX el escritor Herman Melville, autor de Moby Dick, las visitó y las describió como un paisaje salido del Apocalipsis: "Son un grupo de volcanes extinguidos -dijo- que presenta el aspecto que podría ofrecer el mundo después de haber sufrido el castigo de una conflagración" .
En 1835 arribó a las islas Charles Darwin, y comentó al llegar allí: "Tanto en el tiempo como en el espacio nos encontramos frente al gran fenómeno, frente al misterio de los misterios: la primera aparición de nuevos seres sobre la Tierra". Darwin se encontró con animales que no existían en ningún otro lugar del mundo; descubrió además, que el archipiélago se había formado a partir de una erupción volcánica ocurrida en una época geológica reciente. Por este motivo, sostuvo que el continente americano nunca había estado unido a las islas. Y, como consecuencia, los animales que habían llegado al archipiélago desde el continente, adquirieron características muy distintas a las de sus pares continentales.
Estas observaciones, le sirvieron como base científica de su teoría sobre la evolución de las especies por medio de la selección natural, que incluyó en su obra "Origen de las especies".
Históricamente, las Galápagos fueron un escondite ideal para piratas y delincuentes. Recién en 1832, Ecuador tomó posesión de las islas en forma oficial bautizándolas con el nombre de Colón. En 1968 se constituyeron el Parque Nacional Galápagos y la estación biológica Charles Darwin, en la isla Santa Cruz. Las Naciones Unidas las declararon como Reserva Biológica Mundial y la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad. En 1986 también fue declarado como reserva natural el mar que las rodea, por ser sus aguas las más puras y transparentes del mundo.
El archipiélago está compuesto por 13 islas, 42 islotes y un gran número de rocas emergentes; tiene una superficie total de 8000 kilómetros cuadrados, esparcidos en una superficie de 59500 kilómetros cuadrados de superficie. Habitan las islas unas 8000 personas, ecuatorianos en su mayoría, casi todas ellas ubicadas en la isla de San Cristóbal -la capital- y en Santa Cruz. Sus ingresos provienen de la pesca, el turismo y los cultivos.
Su inigualable paisaje impacta por sus playas con arenas blancas, negras, rojizas o verdosas; cráteres de volcanes de todos los tamaños -hay alrededor de 2500- y suelos de color negro, cubiertos de lava solidificada. Pero el espectáculo más sorprendente de todos, es el de los fabulosos animales.
Las personas conviven allí pacíficamente con tortugas gigantescas, iguanas de aspecto primitivo, aves rarísimas de todos los colores y tamaños. Esta fauna tiene una gran importancia científica: casi todas las aves son endémicas -exclusivamente de este lugar-, así como veinte de las veintidós especies de reptiles clasificados. Muchas otras especies han sobrevivido gracias a su adaptación, como las iguanas marinas, que al igual que las terrestres, alcanzan un metro o más de longitud, superando a las de cualquier otro lugar. Y además, este archipiélago es el único lugar del mundo donde aún existen tortugas gigantes.
También hay pingüinos -arrastrados probablemente desde la Antártida por la corriente de Humboldt-, pelícanos, piqueros de patas azules y patas rojas y fragatas ladronas, que se alimentan del pescado cazado por otros pájaros.
Durante muchos años, los pescadores de la zona cazaron tortugas para alimentarse en sus viajes, es por eso que ahora sólo existen 15000 ejemplares de las mismas, frente a las 250000 que se calcula existían en el siglo XVI. En aquel entonces, existían alrededor de quince especies, diferenciadas unas de otras por sus caparazones.
Hoy ya no están en los lugares más visitados de las islas. Sólo se las puede encontrar en los enormes cráteres de los volcanes y en sus propias galapagueras, donde se reproducen, al resguardo de toda intervención humana. Las tortugas pesan de 150 a 700 kilos y miden alrededor de un metro de diámetro.
En la isla Isabella hay unos seis mil ejemplares, muchos de ellos en las galapagueras del volcán Sierra Negra, cuyo cráter de diez kilómetros de diámetro, es el segundo más grande del mundo. Esta isla ha sufrido grandes incendios en los últimos años, debido principalmente, a que los fuertes vientos que azotan la zona, así como el recalentamiento de su terreno cubierto con lava sólida y las sequías, son factores que sumados, multiplican las llamas.
Las iguanas de las Galápagos, exclusivas de estas islas, constituyen un gran misterio para los biólogos. Tanto las especies marinas, como las terrestres, se originaron hace 15 millones de años. No se sabe dónde aparecieron, pero ello no ocurrió en ese archipiélago, emergido del océano hace sólo 3 millones de años.
Quizás la solución al misterio, sea que estas iguanas llegaron a este lugar a través de un puente de islas actualmente sumergido, una larga fila de volcanes emergidos en algún tiempo.
Las iguanas marinas, de color gris plomo, sólo se sumergen para buscar alimentos. Son muy mansas, a diferencia de las rojizas iguanas terrestres, que pueden morder si son molestadas.
Fuente. Red ecuatoriana
Melan
jueves, 27 de enero de 2011
miércoles, 5 de enero de 2011
ISLANDIA
Ciudad Capital Reikjavik
Población: 299.686 personas
Superficie terrestre: 103.000 Km2
Capital: Reykjavik
Moneda: Corona islandesa
Idioma: Islandés
Gullfoss (cascadas doradas)
(Foto: A Lovely World)
Ambiente
Situada entre el Atlántico Norte y el océano Glacial Ártico, es un enorme peñasco en forma de meseta, con altura media de 500 metros. Una cordillera cruza la isla de este a oeste y crea una extensa región de hielo, donde se originan los principales ríos del país. El litoral se caracteriza por su abrupta irregularidad, que conforma un paisaje de fiordos. En la región costera del sur y del oeste –de clima templado por la influencia de las corrientes cálidas– vive la mayoría de la población. Reykjavik, capital y centro de la vida económica del país, está enclavada en una llanura fértil donde se encuentran las ciudades más pobladas. El litoral norte posee un clima mucho más frío y riguroso, debido a la influencia de las corrientes frías del polo. Hay geisers y volcanes en actividad que se aprovechan para generar energía comercial. Con una agricultura pobre, el principal recurso del país es la industria pesquera, que representa 80% de las exportaciones.
Sociedad
Pueblo: en su mayoría (96%) los islandeses son descendientes de inmigrantes noruegos, escoceses e irlandeses.
Religión: protestantes (95,8%), mayoritariamente evangélicos luteranos (91,5%), que practican la religión oficial; católicos (0,9%); no religiosos (1,5%); otros (1,8%).
Idiomas: islandés.
Principales partidos políticos: Partido de la Independencia (conservador); Alianza Popular (socialistas); Partido Progresista (centroizquierda); Movimiento Izquierda-Verde.
Principales organizaciones sociales: Federación Islandesa del Trabajadores. Confederación de Empleados Estatales y Municipales.
El Estado
Nombre oficial: Lydveldid Island.
División administrativa: 26 distritos administrativos y 105 municipalidades.
Capital: Reykjavik 184.000 hab. (2003).
Otras ciudades: Kopavogur 24.400 hab.; Hafnarfjördhur 19.800 (2000).
Gobierno: Olafur Ragnar Grimsson, presidente y jefe de Estado, desde el 1° de agosto de 1996. Geir Hilmar Haarde, primer ministro y jefe de gobierno desde junio de 2006. Legislativo: parlamento, con 63 miembros electos por voto directo, cada 4 años.
Fiesta nacional: 17 de junio, Independencia (1944).
Fuerzas armadas: 120 guardacostas (1996); 2.500 efectivos de la OTAN.
Melan
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